1. Buscar enganchar a la audiencia desde el principio pidiendo que unos cuantos se presenten. Así se tendrá un sentido de quiénes son los presentes y se evitará que los panelistas se queden en su nube.
2. No permitir el uso de presentaciones. Las filminas de powerpoint drenan el tiempo disponible e interfieren con la posibilidad de que ocurran interacciones interesantes.
3. Evitar que todos los panelistas respondan a cada pregunta. Es suficiente con dos respuestas. Luego es necesario avanzar, pidiendo ejemplos concretos o de plano pasando a otro asunto a menos de que una tercera persona se desviva por opinar.
Para saber más leer “How To Moderate a Panel Like a Pro,” by Scott Kirsner.