Esto es lo que quisiera decirle a todos mis alumnos el primer día de clase, la próxima semana.
Como maestro realmente no puedo enseñarte nada que sea significativo.
Tú eres quien tiene que aprender. Nadie puede enseñar nada realmente significativo a otra persona (ya lo dijo Carl Rogers).
Estoy aquí para acompañarte en tu viaje de aprendizaje.
Mi función es el allanarte el camino a veces y otras hacertelo más difícil, siempre esperando que tú aprendas algo que valga la pena para tí.
En este curso he diseñado una ruta pre-establecida, para que la recorramos juntos.
En esta ruta yo también voy a aprender.
La ruta es una propuesta. Estoy dispuesto a negociarla; pero no voy a recorrer un camino que no resulte significativo para mí.
Si el camino que hemos de recorrer finalmente no resulta significativo para tí, si realmente no es un camino que tú desees recorrer, difícilmente podrás aprender algo valioso.
La única manera de que aprendas algo que valga la pena en este curso es que hagas el esfuerzo necesario para recorrer este camino.
Si no lo quieres hacer realmente, si este camino no tiene sentido para tí, si no estás aquí convencido y no logras mantenerte motivado, no hay nada que yo pueda hacer.
La responsabilidad de aprender es tuya.
Mi responsabilidad es el acompañarte, sea como sea, estés como estés.