Los patos hacen bulla; Las Águilas vuelan:
Harvey Mackay, nos cuenta una maravillosa historia acerca de un taxista que prueba este punto. Al acercarse el taxi que Mackay iba a tomar en el aeropuerto notó que el auto estaba limpio y brillante. El taxista, vestido impecablemente, de camisa blanca, corbata negra y pantalones negros bien planchados, salió del auto dio la vuelta y le abrió la puerta trasera del taxi al tiempo que le daba un cartón plastificado y le decía: "soy Wally, su chofer, mientras pongo su maleta en el portaequipaje me gustaría que lea mi Misión". Después de sentarse, Harvey leyó la tarjeta: Misión de Wally: “Llevar a mis clientes a su destino final de la manera mas rápida, segura y económica posible brindándole un ambiente amigable"
Mi amigo Harvey quedó impactado. Especialmente cuando se dio cuenta que el interior del taxi estaba tan limpio como el exterior, ¡sin una mancha! Mientras se acomodaba trás del volante, Wally le dijo,
- ¿Le gustaría un café? Tengo café regular y descafeinado".
- No, preferiría un refresco".
- -No hay problema tengo Coca Cola regular y dietética, agua y jugo de naranja.
- Tomare Coca Cola dietética.
- Si desea usted algo para leer, tengo el Wall Street Journal, Time, Sport Illustrated y USA Today…
- Dime Wally, le pregunto mi asombrado amigo: siempre has atendido a tus clientes así?
- No, no siempre. De hecho solamente los dos últimos dos años. Mis primero cinco años manejando los gaste la mayor parte del tiempo quejándome igual que el resto de los taxistas.
Eso me llegó, dijo Wally. Dyer estaba realmente hablando de mí. Yo estaba todo el tiempo haciendo bulla y quejándome, entonces decidí cambiar mi actitud y ser un águila. Miré alrededor a los otros taxis y sus chóferes… los taxis estaban sucios, los chóferes no eran amigables y los clientes no estaban contentos. Entonces decidí hacer algunos cambios. Uno a la vez. Cuando mis clientes respondieron bien, hice más cambios.
- Se nota, que los cambios se han pagado,
- Sí, seguro que sí
Wally era fenomenal. Estaba haciendo el servicio de una limusina en un taxi normal. Posiblemente haya contado la historia a más de cincuenta taxistas, y solamente dos tomaron la idea y la desarrollaron. Cuando voy a sus ciudades, los llamo a ellos. El resto de los taxistas hacen bulla como los patos y me cuentan todas las razones por las que no pueden hacer nada de lo que les sugería. Wally el taxista tomo una diferente alternativa. El decidió dejar de hacer bulla como los patos y volar por encima del grupo como las águilas. Los Patos hacen bulla, Las águilas vuelan."
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