viernes, julio 02, 2010

Negacionismo: Los medios de comunicación en la era de la desinformación

Un panel de periodistas científicos (Michael Specter, Chris Mooney, Shannon Brownlee y Shankar Vedantam) fue reunido el 27 de abril de 2010 en el MIT para discutir la falta de confianza que la gente está teniendo en la información de base científica y el regreso hacia el oscurantismo. Ya hace tiempo Carl Sagan había escrito al respecto en su libro “El mundo y sus demonios”. Decía que la humanidad estaba en grave peligro de retroceder al dejar de creer en la evidencia de la ciencia y al regresar hacia las creencias mágicas y la superchería.
Yo creo que realmente lo que está sucediendo es que el modelo científico positivista y tradicional, que es reduccionista y determinista, ha hecho crisis frente a la imposibilidad de ayudarnos a entender los fenómenos complejos del mundo contemporáneo. Nuevos modelos científicos que integran la incertidumbre y la complejidad dinámica están surgiendo. Mientras tanto el gran público no sabe qué creer y algunas personas regresan a creencias completamente superadas como el creacionismo, que niega la evolución. Otro grupo de personas ha generado toda un tradición utilizando conceptos científicos (por ejemplo, energía, mecánica cuántica y geometría fractálica) pero con sentidos cambiados dando la apariencia de validez a lo que no es más que pseudo-ciencia.
Al mismo tiempo, la investigación científica está fuertemente financiada por las grandes corporaciones y muchas veces es realizada directamente por ellas, resultando frecuentemente en procesos de investigación amañados para servir a sus fines. Es así que el público ha venido generando desconfianza frente a la divulgación de descubrimientos que afectan su vida, como por ejemplo en las áreas de salud y nutrición. Para agravar las cosas, los mismos intereses corporativos dominan los medios de comunicación filtrando información que conviene a sus intereses. Cuando a los intereses económicos se agregan los políticos, las cosas se complican aún más.
¿Entonces en quién creer? Michael Specter dice que se ha generado una reacción a no creer en nada. Cuando llega la evidencia no se cree en ella, generándose un negacionismo, término acuñado por él para intitula su libro: “Denialism: How Irrational Thinking Hinders Scientific Progress, Harms the Planet, and Threatens Our Lives”. La propuesta es no aceptar nada por válido, sino buscar la evidencia.
Abajo traduzco libremente la reseña que se hace del panel en la página del MIT (http://mitworld.mit.edu/video/789).




En el panel Chris Mooney dijo: “Las personas que nos interesamos en la ciencia, que cuidamos la racionalidad, que deseamos elevar el nivel educativo y de alfabetismo científico debemos dejar de ignorar la realidad fundamental de quiénes somos, cómo pensamos y cómo obtenemos información. Debemos renunciar a la idea de la Ilustración de que la verdad triunfará”.
A unos cientos de años de la Ilustración, la civilización occidental se precipita de nuevo al oscurantismo de la Edad Media. Las causas son discutibles; pero estos periodistas científicos dicen que el público rechaza cada vez más las conclusiones de la ciencia; en asuntos que van desde el cambio climático hasta la evolución, alejándose de la racionalidad y de la razón.
"La gente tiene miedo de cualquier cosa que se aparte de sus nociones preconcebidas", dice Michael Specter. Señala la oposición fanática de algunas personas a los alimentos genéticamente modificados y la adoración de los productos orgánicos. Dice que casi todo lo que comemos es el resultado de modificaciones genéticas y que los productos orgánicos también matan gente. No tiene sentido pensar que el regreso a prácticas antiguas nos mantendrá sanos y resolverá el problema mundial de alimentos. Apunta que "nos causamos daño de muchas maneras" al insistir en creer lo que queremos.
Chris Mooney dice que la naturaleza humana juega un papel importante en el negacionismo. "Argumentamos en contra de la información que contradice nuestra visión del mundo”. Lamentablemente la evolución de los medios de comunicación contribuye a nuestro sesgo natural hacia la confirmación de creencias preconcebidas: hoy en día los ciudadanos con diferentes tendencias políticas construyen realidades diferentes. "Tenemos que abandonar la idea de que la verdad triunfa y que la sociedad avanza a medida que más personas se conviertan en pensadores críticos”, concluye Mooney, "Tenemos que trabajar con los medios de comunicación y los cerebros con que contamos y buscar un cambio realista".
Shannon Brownlee tuvo un momento de despertar hace una década cuando se dio cuenta de que las pruebas del cáncer de próstata no se estaban traduciendo en un menor riesgo de morir, como los investigadores sugerían, sino en tratamientos potencialmente dañinos. Su despertar la llevó a darse cuenta de todas las prácticas médicas que aceptamos con base en la fe. Su trabajo periodístico aborda el uso frecuente de malas prácticas científicas en medicina. Considera que no estamos tan lejos de los días cuando la medicina se basaba en los "cuatro humores de la enfermedad" y el sangrado era el recurso clave. La atención a la salud, en la que los estadounidenses gastan más que en cualquier otra cosa, depende de la creencia de que tiene un sustento científico, lo cual es una terrible ilusión.
Para lidiar con el negacionismo, dice Shankar Vedentam, necesitamos una visión más matizada, una que reconozca sus diferentes formas: Un tipo rechaza los acontecimientos del pasado para los que tenemos pruebas y otro tipo dice que no está dispuesto a confiar en las proyecciones del futuro. El cambio climático está en la última categoría, donde a las "se les pide creer en datos más que en sus intuiciones" basadas en que en algunos veranos se siente frío y en algunos inviernos se experimenta calor, por ejemplo. También, dice, la división partidista de opiniones domina ahora en todos los aspectos de la vida, en los que la gente es leal a diversas posiciones en áreas no relacionadas, siendo fieles a su partido. Dada la indiferencia hacia los hechos, la información buena puede paradójicamente amplificar los efectos de la mala información. Por ejemplo, hubo un crecimiento explosivo del movimiento que negaba la nacionalidad americana de Obama al presentarse amplias pruebas de que el presidente nació en Hawai.
Los panelistas no ven un antídoto fácil para este repliegue a gran escala de la razón. Specter recomienda que las escuelas enseñen estadística, y Brownlee dice que los niños "deben saber lo que es un denominador grande y numerador pequeño significa." Vendantam aboga por un enfoque no partidista a cuestiones tales como el cambio climático y Mooney cree que los científicos de las ciencias duras y los científicos sociales deben situarse mejor en el diálogo en la elaboración de estrategias eficaces respecto a las grandes preguntas científicos y decisiones de nuestro tiempo.

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