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A raíz de esta lectura he estado muy pendiente de observar los monólogos interiores que sostengo desde que despierto a la conciencia en la mañana. Me he quedado verdaderamente impactado del enorme negativismo que contienen. El shock es grande porque he creído ser una persona positiva y muchos a mi alrededor así lo creen.
Realmente me he dado cuenta de que es necesario que esté muy atento para "cacharme" sobre el contenido de mis cogniciones, pensamientos, diálogos e imágenes interiores; si no, éstos transcurren desapercibidos y me encarrilo en un estado de ánimo, en una emocionalidad que me lleva a sentirme poco pleno y poco satisfecho. Las afirmaciones más determinantes son casi inconscientes.
Louise L. hay propone transformar las afirmaciones negativas por afirmaciones positivas. Lo que estoy haciendo es mezclar las propuestas de la autora con algunas otras prácticas que aprendí hace mucho tiempo en un libro de Mahoney y Mahoney de nombre "Control permanente de peso". Presentaban un enfoque que llamaban "Asepsia cognitiva" y que es una técnica para limpiar y corregir pensamientos limitantes para el logro de metas personales.
La técnica se llamaba IDEA!; un acrónimo de sus tres pasos: Identifica, Evalúa y ¡Anímate!
- Identifica significa darme cuenta de mis pensamientos e ideas destructivos, negativos o distorsionados.
- Evalúa es el paso de transformación del pensamiento disfuncional por otro más apropiado.
- ¡Anímate! Implica el decirse algo positivo por haber hecho el esfuerzo de seguir los pasos anteriores.
A manera de ejemplo; puedo descubrirme diciéndome cosas como que es una flojera levantarme y hacer ejercicio (subirme a la caminadora); que al fin y al cabo he sido muy inconstante los últimos meses, y que finalmente será difícil que re-establezca una rutina de ejercitamiento. Los monólogos privados no son para mí así de explícitos, sino que después de observarme por un rato me doy cuenta que el contenido de fondo es ése. Y es así que he dado el primer paso, identificando los pensamientos distorsionados (según los Mahoneys) o las afirmaciones negativas (según Hay).
Para realizar el segundo paso “Evalúa”, los libros de Louis L. Hay presentan muchas pautas de transformación de las afirmaciones negativas en positivas en diversas áreas: relaciones, trabajo, prosperidad, salud, sexualidad, adicciones, etc. Estos días está resultando muy útil para mí trabajar en el área de prosperidad y plenitud personal apoyándome en el área de auto-estima.
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Aquí mismo, mientras escribo esto, he estado practicando las técnicas. Han brotado innumerables voces internas diciendo: “esto es una tontería”, “a nadie le va a interesar”, “se van a burlar”, “mejor ponte a hacer algo más productivo”, y más por el estilo. Estos monólogos son muy sutiles. No son así de claros como los escribo; pero tienen un gran poder auto-limitante y desmotivante. Fácilmente me generan, casi inconscientemente, un desánimo que me lleva o a abandonar la tarea o a realizarla con enorme pesadumbre y sintiendo muy poca realización y satisfacción personal.
Gracias Bety por haber traído a nuestras vidas en los días recientes estas nuevas posibilidades. Estoy generando una vida más plena. Estoy abriendo vías de realización y trascendencia. Estoy trabajando con intensidad para potenciar más y más mi vida de pareja, familiar, laboral y social. El lenguaje no es inerte. El lenguaje es generador. Lo que digo tiene consecuencias en el mundo, genera el mundo en el que vivo.
Me repito ahora a mí mismo, buscando dejarme llegar el mensaje al corazón, al alma, al cuerpo y a la mente, las siguientes afirmaciones de Louise L. Hay:
“En la infinidad de la vida donde me encuentro, todo es perfecto, pleno y completo.
Veo cualquier patrón de resistencia en mi interior sólo como algo más que debo liberar. No tiene poder sobre mí. Soy el poder en mi mundo. Fluyo con los cambios que se están realizando en mi vida, de la mejor manera que puedo. Me apruebo a mí mismo y la forma en que estoy cambiando. Hago lo mejor que puedo. Cada día es más fácil. Me regocijo por estar dentro del ritmo y la corriente de mi vida siempre cambiante. Hoy es un día maravilloso. Opto porque así sea. Todo está bien en mi mundo.”
Hay, L.L. (1991). Tú puedes sanar tu vida. México: Ed. Diana. P. 78